Cuando me escribió mi prima Rosita no pude dejar de pensar en los felices recuerdos que tengo de mi infancia y adolescencia , cuando visitábamos a nuestra familia, los Schwindt, en Maciá, Entre Ríos.
Mi abuela paterna llegó de Alemania y a sus 20 años se casó con mi abuelo Reinaldo, en octubre de 1928. Juntos formaron esta enorme familia de 12 hijos. No fue una vida fácil, lo sé, pero si estoy segura que fue sana, con carencias pero feliz, de mucho trabajo, desde pequeños. Es el día de hoy que mi papá recuerda las frases de su mamá y cuánta vigencia y razón tienen.
Dicen que a nuestros orígenes lo llevamos en la sangre y puedo asegurar que es verdad. Siempre me gustó escuchar a mis abuelos, mis tías y tíos, mis primas, hablar alemán entre ellos. A pesar de no haber tenido la oportunidad de estudiarlo desde chica, siempre pensé que si alguna día tuviera hijos, los enviaría a un colegio alemán. Y así fue, Franco, Facu y Agustín fueron al IB de Villa Adelina, que fue cómo nuestro segundo hogar. Luego continuaron su secundario en el IB de Villa Ballester, dónde Agus está ya cursando su último año.
Volvamos a Entre Ríos: mi prima Rosita es maestra rural. Este año ella enseñará a 11 chicos de distintas edades, en la zona rural Altamirano, a 17 km de Maciá. Anoche preparamos gustosamente 11 cajas con provisiones y un par de zapatillas nuevas para cada uno, que gentilmente donaron para ellos.
También les llevaremos ropa, útiles escolares, mochilas, otros calzados, todas donaciones que ustedes nos hacen llegar con tanta alegría.
Ya les haremos conocer su escuela y a sus alumnos de este año. Sé que nos desviamos de nuestra “misión original”, pero también sé que a Facu le hubiese encantado este nuevo destino.
Increíble la repercusión que tiene nuestra ida a Entre Ríos. El domingo a la tarde recibimos y llevaremos, además de las cajas para cada uno, dos televisores, un mueble, una bicicleta, libros, enciclopedias, una videocasetera y películas infantiles para que disfruten los chicos de la zona rural de Altamirano. Pero lo que más destacamos es la forma en que las recibimos, las historias compartidas sobre Entre Ríos o por maestras de distintas provincias compartiendo materiales de estudio. Además hoy nos donaron también budines, cupcakes y galletitas hechas especialmente para llevarles.
Ya estamos volviendo de Entre Ríos. Compartir el día con mis padres en el pueblo natal de mi papá seguramente será inolvidable, disfrutando a su hermano Carlos y su familia. Emocionados entendieron que sentimos cuando vamos a Catamarca y a Santiago. Los chicos nos agradecían con un fuerte abrazo y besos. Imposible resistirse a tanto amor. Por un día nos permitimos olvidarnos un poquito del distanciamiento social ante la alegría de esos chicos al recibir las cajas con alimentos, golosinas, lápices y zapatillas nuevas, además de ropa y otros calzados donados por Uds. Gracias por tanto 💙🦋
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